Somos una parroquia de la Archidiócesis de Madrid, en ciernes. Por ahora, estamos en un módulo prefabricado, pero cuando tengamos la fuerza necesaria podremos empezar a construir. Todavía no tenemos los recursos financieros necesarios y somos una comunidad parroquial ciertamente pequeñita para lo grande que es este barrio de Sanchinarro, pero ya llegará.

Realmente, no es la prioridad. Creo que antes de nada necesitamos crecer como comunidad de fe. Una comunidad es un grupo de personas a quienes Cristo ha reunido en torno a Sí para que estemos con Él y enviarnos a predicar.

Ésta es nuestra ilusión: crear una parroquia en la que cada uno se sienta en casa, donde todos seamos valorados y podamos entregarnos al servicio de nuestros hermanos y a evangelizar con toda la cabeza y el corazón puestos en Cristo, nuestro Señor.

Una parroquia donde podamos vivir la fe en plenitud, donde todas las realidades de la Iglesia quepan, pero si alguien no encaja en ninguna pueda tener todos los medios necesarios para ser santo y vivir plenamente su vocación cristiana, sin sentirse menos.

Una parroquia donde los curas estemos al servicio de los demás, los responsables de la pastoral estén a disposición de sus hermanos y todos estemos sirviendo a quien nos necesite. Que la autoridad sea para servir. Que realmente podamos llegar a ser lo que es una parroquia: FAMILIA DE FAMILIAS.

Confío en que la Virgen María, nuestra Madre, no nos suelte de la mano y que el Espíritu Santo nos vaya revelando caminos de unidad y potencie nuestros apostolados.

 Que Dios os bendiga y os guarde.

P. Borja, párroco de San Rafael Arnáiz