Después de un año sin confirmaciones, hoy se confirman los primeros jóvenes desde que llegó el nuevo equipo sacerdotal. Es un día grande, para dar muchas gracias a Dios y para rezar por estos nuevos apóstoles que el Señor nos ha regalado. Que Dios os bendiga, os fortalezca y os regale toda la plenitud de los tesoros que el Espíritu Santo quiere entregaros.
¡Le pido a Dios que estemos a la altura para saber acompañaros como necesitáis y Dios quiere, a partir de ahora!