Gracias a Dios, todo lo que montamos en esta parroquia tiene unos frutos sorprendentes (a decir verdad, la formación para padres de catequesis no está saliendo como debiera, a los papás, cuidadores, abuelos o quienes vienen a recoger a los niños, les cuesta muchísimo quedarse para formarse, pero bueno, eso también es normal… Yo creo que tampoco me quedaría a una charla de formación cristiana si no tuviera mucha fe o tuviera mucha prisa).
Lo que tenemos que seguir pergeñando es el modo de atraer a los que no se plantean venir. No sólo montar cosas atractivas para los que ya creen, sino cómo podemos atraer a los que «pasan».
Ayer mismo, que fue el segundo día del Seminario de Vida en el Espíritu de la RCCE (Renovación Carismática Católica Española), más de 60 personas disfrutaron de la alabanza y la enseñanza que nos dieron desde el equipo de Nuevo Templo. ¡Una auténtica maravilla! Sólo hacía falta ver la alegría que rebosaban al salir y cómo se quedaban en el atrio para conocerse a la salida del grupo.
Sólo tengo dos expresiones para manifestar lo que he visto:
¡Gloria a Dios!
¡Gracias a Dios!