Se han llevado a mi Señor…
En la noche del sábado 9 al domingo 10 de marzo entraron en nuestra parroquia para robar y además de los destrozos habituales, consiguieron echar abajo la estructura que soporta al sagrario y reventaron la puerta del mismo. Para robar el copón tiraron al suelo las formas y lo peor es que se llevaron la cajita con el viril de la custodia. (Nos dimos cuenta que faltaba ya por la tarde hasta entonces estábamos que no nos enterábamos de gran cosa). La caja en sí no tiene valor, pero se han llevado a nuestro Señor.
Anoche celebramos con el vicario episcopal una Misa de desagravio.
Agradecemos todas las oraciones por quienes han perpetrado el pecado más horrendo que puede perpetrarse. Más aún agradecemos las oraciones para desagraviar a nuestro Señor.
Algunos feligreses buscaron por entre las basuras, a ver si habían arrojado allí a nuestro Señor.
En todo caso, quería deciros que este atentado nos tiene que llevar a nosotros a amarle más, a amarle por los que no le aman, por las veces que no le hemos amado lo suficiente.
A veces, nos damos cuenta de que buscamos al Señor por intereses más o menos válidos. Quizás, ha llegado la hora en que le amemos por sí mismo, porque Él sí se lo merece.
Es horrible que siempre acabemos haciendo daño al único que sólo merece amor. Todo el mundo le echa la culpa de todos sus males y El nunca recrimina nada, sólo espera, está cerca y nos lo da todo. Señor, perdónanos y enséñanos a perdonar. Mientras tanto, te ofrecemos el verdadero desagravio que esperas de nosotros. Te vamos a buscar porque te lo mereces, te queremos amar con toda nuestra vida y en todo lo que hagamos porque sólo Tú eres grande, sólo Tú, Señor. Sólo Tú Altísimo Jesucristo en la gloria de Dios Padre. Amén.
Os damos las gracias a todos por uniros a nosotros en estos momentos de desolación.
Os informo que don Carlos nos acompañará en una Misa de reparación. Esta Eucaristía será este jueves 14 de marzo en la Misa de 20:00 y luego tendremos nuestro acostumbrado rato de adoración al Santísimo, para ofrecernos especialmente al Señor.
Muchas gracias por todas vuestras muestras de cariño y cercanía y sobretodo por todas las oraciones que hacéis para acompañar al Señor en su Cruz. ¡Que Dios os bendiga!
En el nombre de Dios y en el de la parroquia os quiero dar las gracias a todos cuantos habéis rezado y acompañado al Señor en estos últimos tiempos. La Misa con nuestro obispo fue una auténtica maravilla que terminó con la amargura del pecado.
Creo que hablo por todos cuando digo que fue palpable la gracia y la cercanía de Dios.
Creo yo, que estamos inaugurando una nueva época en nuestra parroquia, al fin y al cabo, lo que ocurrió aquí hace dos semanas es participación en la misma Cruz de Cristo y donde hay Cruz hay salvación. Eso fue notorio en la Misa del jueves anterior: parecía que el Señor nos daba las gracias por todo cuanto le amáis y se volcó dando unas gracias, que se van a mostrar eficaces, para unirnos más a Él.
Simplemente gracias, gracias, gracias. A Dios y a todos vosotros
Lamento mucho la terrible situación. Ofrezco rosario para desagravio de los daños cometidos y deseo paz en su parroquia y les mando un cordial saludo. Lamento mucho la situación, me da muchísima tristeza cuán grande es la maldad del humano.